Definidos ya los elementos que integran la estructura de las cubiertas, procedo a explicar la fase operativa del proceso.
Para ello voy a utilizar dibujos realizados por mí, con los que intentaré dar cumplida explicación gráfica del proceso.
Una vez correctamente ensambladas la falsa quilla y las cuadernas, proceso en el que recomiendo seguir las explicaciones del documento traducido por Alfredo: Simple Hull Planking Techniques obra de Dirk De Bakker, Greg Brooker y Dave Rogers y publicado en Dry Dock Models traducido como “Técnicas básicas del forrado de cascos”, nos concentramos en solucionar la cubierta, con los problemas de arrufo y brusca, las tracas de cubierta, los trancaniles, los imbornales, las amuradas y las tapas de regala. ¡Que no es poco!
Estructura de los durmientes:
Lo primero que hago, una vez asegurada la estructura de cuadernas – quilla, es quitar los cuernos de las cuadernas, si es que vienen, caso de que estemos haciendo un kit, de forma que quede limpia la que será la base de fijación de la falsa cubierta. Si, ya sé que os preguntareis, ¿Entonces para que las ponen en los kit? Pues para soportar lo que luego serán las estructuras de las bordas, pero como yo las voy a hacer “de otra forma”, en mi sistema, molestan. Al fin y al cabo explico “como las hago yo”.
El segundo paso es hacer una muesca en el canto de cada cuaderna, uno a babor y otro a estribor, justo del tamaño de un listón de madera blanda; ramín, samba, almez, etc., y que sea fácil de curvar. Recomiendo una sección de 5x5, pero en eso también interviene el tamaño final del modelo. Con ella simulo todo el conjunto de la caja que en la realidad forman el durmiente y la primera cinta, o cintón. Ver artículo anterior.
En esas muescas coloco el listón que habremos moldeado lo suficiente para poder ajustarlo sin grandes esfuerzos. ¡Ojo! Lo normal es que además de darle la curva que siga el costado del barco, haya que darle un cierto giro axial, ya que la inclinación de los costados suele variar. Pero no es un paso complicado, además como al final quedará totalmente cubierto, tenemos cierto margen de error.
El objeto de estos listones, que quedan ocultos por los forros de los costados y de la cubierta, es proporcionar una base suficiente sólida al inserto final de lo que serán los barraganetes. ¿Veis por donde voy?
La falsa cubierta:
Vamos a por la cubierta. La realizo por el sistema de falsa cubierta y forrado con tracas.
Para ello, si dispongo del plano de la cubierta, lo aprovecho para calcarlo en el contrachapado que utilizo como falsa cubierta. Yo suelo usar contrachapado de abedul de 1 mm. Aunque cualquier otro es válido, así que si lo que hago es un kit, aprovecho la plancha que trae. Normalmente vienen troquelas en una plancha mayor, no tirar este contramolde, nos va a valer posteriormente, ¡Tiene la forma del trancanil!
Si lo que hago es un modelo desde planos, o bien copio del plano la planta de la cubierta y la recorto, o simplemente apoyo el barco boca abajo sobre un papel y calco la plantilla de la cubierta. En todos los casos es importante dejar correctamente señalada la línea de crujía.
El principal problema que suele presentar la falsa cubierta es que con una superficie totalmente plana debemos ajustarla a una superficie alabeada en forma de “silla de caballo”, figura muy conocida en geometría, formada por el desarrollo de una curva a lo largo de otra con la concavidad al lado contrario de la primera. En concreto, los barcos suelen tener arrufo; curvatura de cubierta de proa a popa con la concavidad hacia arriba, y la brusca; curvatura de la cubierta de costado a costado y la concavidad hacia abajo.
Sobre el dibujo de la cubierta señalo la posición de las cuadernas, los mamparos que utilizo, marco dos líneas paralelas a la de crujía a unos dos, tres, centímetros a cada lado. Luego marco líneas paralelas a las cuadernas de forma que, al menos haya una entre cada dos cuadernas, y que nunca coincidan con la posición de estas.
Generalmente los intervalos entre cuadernas son menores en las zonas de proa y popa debido a su mayor curvatura, así que lo que suelo hacer es tomar la distancia de dos cuadernas consecutivas en estas zonas y esa medida es la que utilizo como unidad para distanciar el resto de estas líneas.
Con una broca de un diámetro de entre 3 y 5 mm, hago un agujero en las intersecciones de las líneas paralelas a la crujía, que dibujé antes, y las paralelas a las cuadernas. El motivo de estos agujeros es que los cortes que haré a continuación, queden parados y no sigan al forzar la plancha y terminen partiéndola.
Desde cada agujero y siguiendo las líneas paralelas a las cuadernas realizo un corte con una sierra, conviene que este corte tenga cierto grueso, 1 o 2 mm, si no dispongo de una sierra apropiada, realizo dos cortes paralelos, que pueden separarse hasta 4 ó 5 mm, dependiendo del diámetro de los agujeros hechos. Estos cortes conformarán una plancha que tendrá el aspecto de un árbol de Navidad. El hecho de hacer cortes anchos es para que la doblar la plancha no haya ningún borde que se apoye en el de al lado y moleste a tomar la forma final de la cubierta.
Ahora procedo a fijar este “árbol de Navidad” en su sitio. Se apoya sin dificultad siguiendo la curvatura de la línea de crujía, arrufo, y luego cada rama se apoya sobre las cuadernas hasta el listón que hemos colocado a lo largo de ambos costados, brusca. Además el listón durmiente nos proporcionará una base sólida para sujetar la cubierta con pinzas a lo largo de toda la borda.
Forro de cubierta:
Hay dos opciones para seguir en este punto: bien comenzar por colocar el trancanil, bien comenzar por las tracas de cubierta.
Yo generalmente comienzo por las tracas, primero una central tapando la línea de crujía, ello obliga a trazar una paralela a la línea de crujía justo de la mitad del ancho de la traca. Es importantísimo que esta primera traca siga exactamente la línea de crujía, si nos torcemos luego la cosa no tiene más arreglo que arrancar y volver a colocar.
Para las tracas, previendo una importante mano de lija en el acabado, suelo utilizar listoncillos de 2 mm de grueso, el ancho me lo determina la escala del modelo. Para simular las líneas de calafateado utilizo varios métodos:
1º A lo largo de la primera traca clavo alfileres cada 5 cm de forma que me sirvan de apoyo a la siguiente y que una vez seca y pegada retiraré. Así se forman llagas entre tracas que luego se rellenan con; plastilina, cera, masilla, cola teñida con tinte o con ceniza, pasta de madera teñida, etc. Una vez seca se retira y se lija convenientemente. Este sistema tiene la ventaja de que si haces al tiempo los agujeros que simulen los clavos, se rellenan al tiempo, y el inconveniente de que si utilizamos para las tracas maderas con grietas, estas también se llenan dando unas aspecto más envejecido.
2º Voy pegando un papel o cartulina negra al canto de cada traca, el grueso depende de la escala que queramos representar. El sistema es muy sencillo, con una cuchilla voy cortando tiras de cartulina de unos 3 mm, las encolo por un lado, lo coloco al lado de la traca pasando un dedo para ajustarlo, el conjunto lo pego a la traca anterior. Una vez bien seco el conjunto, solo es cuestión de lijado. El sistema permite hacer llagas más finas y el aspecto es muy bueno.
3º Similar a la anterior, utilizo un hilo negro del grosor adecuado. Es el que menos me gusta a mí, pero los hay fervorosos partidarios de este método ya que, dicen, es el que más se ajusta a la realidad. La práctica es similar a la del papel.
4º Antes de cortar las tracas con la sierra, pinto de negro un lado. Luego corto todas las tracas, que quedan con un canto negro. El efecto es muy bueno. Si las tracas ya las tengo cortadas el sistema se dificulta un poco. Al igual que si la madera es demasiado absorbente.
Últimamente me decanto por el sistema del papel.
En este paso me ocupo de las longitudes de cada traca en la cubierta, y de su correcta colocación, pero no me preocupo de controlar lo que las tracas sobresalen por las bordas. Una vez bien seco el conjunto, lo recorto siguiendo la base de la falsa cubierta.
Trancanil:
Y pasamos al trancanil.
Con un gramil, o un compás, trazo a lápiz, lo que será el ancho del trancanil, a lo largo de los dos costados de la cubierta.
Si quiero hacer un trancanil seguido, paralelo a las bordas en las que rematen las tracas a cuchillo, utilizo; bien con un gramil de corte, bien con una fresadora, la de Dremel va bien, que correctamente reguladas en anchura y profundidad, marco y corto las tracas al ancho del trancanil. Luego utilizando la misma plantilla de la que hemos recortado la falsa cubierta, o el trozo de contrachapado donde nos venía recortada la cubierta, y recorto, de una plancha de la madera con que quiero hacer el trancanil, esta piezas que ajustarán como un guante contra las tracas cortadas y sobre la falsa cubierta.
Si quiero hacer un trancanil en espiga, recortando el final de cada traca, marco igualmente con el gramil, a lápiz, la línea del ancho máximo del trancanil. Luego trato cada traca en particular recortándola con cuchillas, gubias o formones, con la forma correcta.
Una vez conformadas todas las tracas, apoyo trozos de papel algo mayores que el largo de cada tramo a realizar, sobre la zona que voy a hacer, pasando un lápiz de costado marco los borde de las tracas y de la falsa cubierta, esto me proporciona la plantilla de la pieza que debo hacer. Uno tras otro se conforma el trancanil.
No nos empeñemos en hacerlos enterizos, porque en la realidad no lo son, solemos partir las tracas a longitudes que consideramos correctas, ¿Por qué no con el trancanil y con las tapas de regala? Si en la realidad todas son troceadas.
Barraganetes:
Por fin, los barraganetes. Miremos el modelo en el estado en que lo tenemos. Una estructura de cuadernas y falsa quilla, una cubierta casi acabada, con un canto de entre 5 y 8 mm de grueso en todo su perímetro. Formado por el grueso de la falsa cubierta, 1 mm, el del trancanil, 2 mm, y el del durmiente, 4 - 5 mm. Una base excelente para fijar los barraganetes.
Así que, sobre los durmientes marco las posiciones de los barraganetes donde considero que deben ir, según los planos, el modelo o nuestro criterio, que para eso lo tenemos.
Con una lima, una fresa en el mini taladro manual, una broca con la misma máquina, o cualquier otro medio que domine bien, voy haciendo escotaduras verticales con la misma sección que los listones que voy a utilizar como barraganetes.
Los hago sobrados por encima y por debajo, ya que cuando forre, las últimas tarcas y cintas del modelo ayudarán a dar solidez a esta estructura. Hay que ser cuidadosos ya que estamos trabajando sobre una superficie definitiva en la parte superior, hay que controlar la verticalidad y el paralelismo entre ellos, pero es una operación fácil.
Hemos de tener en cuenta que los barraganetes deben seguir la líneas del casco, normalmente estarán más inclinados en proa que en los costados, que sean largos por debajo ayudará a darles la inclinación correcta. Si el modelo fuese de curvas muy espectaculares, los barraganetes se confeccionarán con la curva adecuada bien doblándolos con agua y calor, bien recortándolos con la figura adecuada directamente.
La cinta, o cintón:
Una vez colocados y encolados los barraganetes acabo de consolidar todo con la colocación de la primera cinta, cuyo canto superior debe coincidir con la línea de cubierta. Los propios barraganetes ayudarán a sujetar las pinzas que fijen las cintas. Esto no tiene ni más problema, ni más historia.
Las amuradas:
Las amuradas, con este sistema, se realizan como el forrado del casco, con la ventaja de un buen soporte en cada barraganete.
Debemos controlar dos cosas:
a) La primera traca deberá llevar ya hechos los imbornales. Que se pueden marcar fuera y colocar ya conformados.
b) según las formas del barco, si tiene mucho lanzamiento a proa, seguramente deberemos curvar las tracas en esas posiciones, pero con un poco de agua y calor, el problema se soluciona fácilmente.
Una vez llegado a la altura que deseo, recorto los barraganetes a su medida, el disco de corte de la Dremel, o clónicas, es ideal.
La tapa de regala:
Procedo de forma similar a lo que hice con el trancanil. Tampoco hemos de obsesionarnos con hacerlo de una pieza, en la realidad nunca es así.
Corto las piezas con cierta holgura, a ambos lados. En prevención de errores y ajustes. Después de cortar y pegar, procedo a recortar los sobrantes. Primero por fuera, yo fijo un listoncillo del grueso que le quiero dar a la voladura de la regala, al taco de lijado y los voy pasando apoyándome en las amuras. Como una galga.
Una vez acabado procedo con el lado interior. Normalmente lijo justo hasta el grueso de los barraganetes. La operación se puede hacer con lija, o con un gramil de corte, tomando como base la línea exterior.
Con lija es más lento pero se controla mejor.
Bien ya tenemos acabada las estructura por encima de la cubierta. En el próximo, acabados y elementos de las cubiertas.
jueves, 27 de marzo de 2008
CUBIERTAS, como las hago yo (2)
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